Un día fuimos con amigos y familia a visitar antigua Guatemala, nos dio curiosidad entrar a las famosas (capuchinas) entramos y todo normal al principio. Pero de un momento a otro vimos una sobra de un niño la cual reposaba en una de las fuentes. Nosotros con pánico volvimos al principio del lugar para poder visualizar mejor y de otro ángulo. Volvimos a ver hacia la fuente y no se miraba nada. Luego de unos minutos hicimos caso omiso, pero a lo lejos se escuchaba niños corriendo en el pasillo, cada vez más cerca y más cerca de nosotros, teníamos mucho miedo, pero con suerte un amigo empezó a hacer más ruido para que nosotros no escucháramos. Inmediatamente salimos del lugar aterrorizados.