José María Miculax (Asesino en serie)

Entre febrero y abril de 1946, José María Miculax Bux asesinó a 15 niños y adolescentes de entre 11 y 18 años. Las víctimas provenían de Guatemala, Mixco, Santa Catarina Pínula, La Antigua Guatemala y San Pedro Sacatepéquez. La sociedad exigió una pronta acción de las autoridades. El 26 de abril, el criminal fue capturado y el 17 de julio fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento. Esta fue la historia del que es conocido como el primer asesino serial guatemalteco.

 Alrededor de los horrendos crímenes y del actuar de las autoridades de ese entonces, hubo circunstancias que marcaron las leyes, la ciencia e incluso las leyendas de aquel tiempo. La presión ejercida por la indignada población ante los hechos, hizo que el Presidente de la República, Juan José Arévalo Bermejo promulgara el decreto 235 para abreviar los procesos judiciales, con lo que se consiguió la rápida ejecución del criminal. A este decreto se le llamó la Ley Miculax.

 La frialdad con la que el asesino, de solo 21 años, confesó las violaciones y asesinatos sorprendió a la comunidad científica de aquellos tiempos. Por esa razón, los expertos en psicología pidieron que se decapitara al cadáver, para poder estudiar su cabeza. En ese tiempo se creía que los rasgos, el tamaño y ciertas características del cráneo y del cerebro determinaban el comportamiento psicópata, por lo que se pidió al doctor Carlos Federico Mora que realizara las investigaciones que considerara pertinentes. La cabeza estuvo por mucho tiempo en el Paraninfo Universitario. Con el tiempo, Miculax se transformó en una figura legendaria con la que las madres de los años 1940 y 1950 amenazaban a sus hijos cuando no se comportaban bien. Algo así como el coco o el lobo.





ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO